La crisis sanitaria a nivel mundial por efecto de la COVID-19 no afecta por igual a todos los habitantes del planeta. Países con población altamente vulnerable están en desventaja, como es el caso de los pueblos indígenas. De ello ha alertado el relator especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas: ha señalado“los pueblos indígenas están excesivamente representados entre los pobres y sufren tasas más elevadas de malnutrición, a lo que se suman los efectos de la contaminación ambiental y, en muchos casos, la falta de acceso a servicios adecuados de atención de la salud, lo que los hace particularmente vulnerables a la propagación de enfermedades”.
Según la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam) esta pandemia continúa extendiéndose en los países amazónicos, afectando a casi 20 nuevos pueblos indígenas en una semana.
Sin embargo, esa capacidad resiliente y adaptativa basada en sus conocimientos ancestrales, que los hizo enfrentar enfermedades producto de las incursiones en su territorio, los lleva ahora hacia un reaprendizaje y adaptación a pesar de las barreras interculturales y los impactos socieconómicos ocasionados por esta pandemia. Hoy los pueblos indígenas se reorganizan y responden en tiempos de la COVID-19.
Es el caso de la Reserva Comunal Amarakaeri (RCA) en Madre de Dios, un área natural protegida habitada por 10 comunidades nativas de los pueblos Harakbut, Yine y Machiguenga. Esta área de 402 000 hectáreas de bosques amazónicos es cogestionada por el Ejecutor de contrato de administración — ECA Amarakaeri y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Las comunidades de la RCA cerraron sus fronteras de acceso como acción preventiva frente a la COVID-19 en el contexto del Estado de Emergencia Nacional, sin dejar de lado acciones de conservación y desarrollo a favor de sus habitantes. Sino todo lo contrario: han identificado, entre otras cosas, medidas de mitigación de riesgos considerando el contexto de pandemia, así como acciones de adaptación con la finalidad de dar una mejor respuesta frente a la COVID-19, implementado actividades productivas sostenibles financiados por microcapitales otorgados por el Sernanp.
Como parte de las medidas de mitigación y adaptación, Amarakaeri implementará un protocolo de bioseguridad y reactivación para el trabajo en las comunidades nativas, además de continuar el trabajo remoto con el Estado peruano, comunidades y aliados utilizando plataformas tecnológicas. Así lo señaló Walter Quertehuari, presidente de la ECA Amarakaeri.
Asimismo, afirmó sobre la importancia de dar respuesta frente a esta enfermedad con el fin de cuidar a la población más vulnerable.
Actualmente las comunidades del ECA Amarakaeri vienen desarrollando acciones ante la COVID-19 a través de la campaña #YoMeSumoAmarakaeri, con el apoyo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado y el Gobierno Regional de Madre de Dios. El Comando Covid Indígena Regional, del cual el ECA Amarakeri es parte, busca que el Sernanp integre también el Comando por ser el mejor aliado para proteger los bosques y generar desarrollo para las comunidades nativas.
Hasta el momento la RCA ha logrado conseguir cinco microcapitales otorgados por el Sernanp con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través de los proyectos Eba Amazonia y Amazonia Resiliente. Estos microcapitales han permitido establecer acuerdos de conservación para implementar Planes de Vida de las comunidades socias e impulsar actividades bajo el Programa de Actividades Económicas Sostenibles (PAES), que vienen consolidándose gracias a fondos concursable públicos.
Fondos para Amarakaeri
Hace unos días Amarakaeri ganó fondo concursable “Procompite 2020” del Ministerio de la Producción, que beneficiará a las comunidades nativas Shintuya, Barranco Chico y Diamante, socias de la Reserva Comunal Amarakaeri. Este fondo ayudará a promover cadenas productivas de plátano, piscicultura y turismo rural comunitario con el apoyo técnico del Sernanp, ANECAP, DRIS, PNUD y Programa Bosques del Minam.
En esa línea, Amarakaeri logrará ampliar los servicios turísticos de la comunidad Diamante y mejorar la producción de pescado amazónico libre de contaminación en comunidad Barranco Chico con el apoyo del PNUD en el marco de los proyectos Amazonia Resiliente y Eba Amazonia,
De los 36 planes de negocio ganadores de Procompite 2020, cuatro pertenecen a comunidades nativas. Tres de ellas corresponden a las comunidades de Shintuya, Barranco Chico y Diamante, socias de la Reserva Comunal Amarakaeri.
Al cierre de esta edición, la comunidad nativa Puerto Azul, socia de la RCA, ganó fondo concursable “Turismo Emprende 2020” del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. La iniciativa turística denominada “Una reserva administrada desde la visión Harakbut”, elegida junto con otras 13 iniciativas en la modalidad de operación turística, busca promover la participación de mujeres y jóvenes indígenas.
Esta propuesta de turismo natural y cultural fomentará el rescate de conocimientos y saberes ancestrales de los pueblos indígenas, en el cuidado de su territorio y aprovechamiento sostenible de los bosques.
Dato
La Reserva Comunal Amarakaeri forma parte de los grandes paisajes que abarcan el proyecto Amazonia Resiliente (aproximadamente 17 millones de hectáreas), junto a tres Reservas Comunales (Yánesha, El Sira y Purús), nueve ANP, cuatro Reservas Territoriales /Indígenas, 2 Reservas de Biosfera, además de otras áreas de conservación y zonas productivas. El proyecto Eba Amazonia trabaja en dos Reservas Comunales: La Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios y la Reserva Comunal Tuntanain en Amazonas, así como en las comunidades nativas beneficiarias de estas dos área protegidas que suman aproximadamente 500 mil hectáreas.
Escrito por: Proyecto Amazonía Resiliente (SERNANP – PNUD)
Amazonía Resiliente es ejecutado por el SERNANP con el apoyo técnico del PNUD y financiado por el GEF.